Si eres menor de 35 años, es posible que nunca hayas visto una bomba de gasolina con plomo en alguna gasolinera. Y con mucha razón. Ahora ya nos hemos enterado de que la gasolina con plomo causa peligro para la salud y para el medio ambiente. Por eso se eliminó gradualmente. Pero antes de la década de 1970, se usaba para arrancar prácticamente todos los autos en las carreteras de los Estados Unidos.  

Entonces, ¿por qué se utilizó el plomo en primer lugar? Es complicado y a la vez, cuestión de innovación.

A principios de la década de 1920, los Estados Unidos empezaba un romance tórrido con el automóvil. Y a medida que los fabricantes buscaban maneras de aprovechar el máximo poder y funcionamiento de sus grandiosos motores de 26 caballos de potencia, los investigadores volvieron la mirada y empezaron a inspirarse por el contenido del deposito de combustible. 

En aquellos tiempos, los motores tenían problemas con golpeteo: ondas irregulares de combustión incontrolada que afectaba negativamente el funcionamiento y a la vez, angustiaba a los conductores. ¿La causa? Gasolina de baja calidad. En los años de 1920s, la gasolina tenía un número octano entre 40 y 60 - muy lejos del 87 actual – haciéndolo más volátil dentro de los confines de un motor de combustión y menos consistente en rendimiento. 

La respuesta sencilla fue que los automóviles necesitaban mejorar su índice de octano. Esto se podía lograr ya fuera usando gasolina más refinada (más costoso) o identificando el grupo de aditivos más adecuado (mucho más barato). Así es que se llaman a los tipos con batas de laboratorio, quienes realizan experimentos con  cosas como cadenas de hidrocarburos, variables de compresión, temperatura de auto-ignición (prestaste atención en la clase de ciencias, ¿verdad?). Aunque se consideraron varios aditivos diferentes (incluyendo etanol, que en esa época no se encontraba en suministro abundante), prevaleció un pequeño compuesto complicado llamado plomo tetraetilo debido principalmente al costo, disponibilidad, y a la persuasión de las personas que lo desarrollaron. Para 1963 “Ethyl” (como fue apodado el etilo) y otros agentes antidetonantes a base de plomo se encontraban en el 98% del suministro de gasolina.

Durante casi medio siglo de la cultura de autos, la gasolina con plomo dominó la carretera estadounidense, manteniendo elevado el índice de octano y a un mínimo el golpeteo del motor. Hasta que el 28 de noviembre de 1973, la EPA (la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) requirió, a nivel nacional, una eliminación gradual de plomo en todos tipos de gasolina. Esto no solo ayudó a reducir el peligro creciente del salud pública, sino que también desafió a la industria automovilística estadounidense a innovar. 

Los resultados fueron mejores procesos de refinación, más aditivos favorables al medio ambiente y la más importante: el convertidor catalítico. A pesar de que aun se usa gasolina con plomo en algunos circuitos de carreras y en la aviación privada, representa solo una parte minúscula de la gasolina que se utiliza en la actualidad. Lo que es algo realmente bueno.


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Tags: History, Why, Legado

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