Aunque la función del motor de combustión interna sigue siendo pasar del punto A al punto B, la forma en que se logra ha evolucionado significativamente. Esto se debe a varios factores, como los avances en tecnología y las regulaciones gubernamentales. Entonces, ¿cuáles son exactamente las diferencias entre los motores más nuevos y los motores más antiguos? Echemos un vistazo debajo del capó y descubramos.
Regulaciones gubernamentales
En algunos casos, las regulaciones gubernamentales son responsables por el avance de la eficiencia en los vehículos modernos. El “Corporate Average Fuel Economy,” también conocido como “CAFE Standards,” es un conjunto de normas nacionalizadas para la eficiencia del combustible automotriz que entró en vigencia a principios de los años setenta. En 2012, esos estándares se actualizaron para aumentar los objetivos de eficiencia de combustible a 54.5 millas por galón para 2025.
Además de los estándares de eficiencia, también existen leyes de emisiones reguladas por el gobierno. Estas leyes requieren que los vehículos tengan convertidores catalíticos y otros dispositivos diseñados para reducir las emisiones de un vehículo.
Eficiencia
Los motores modernos se han vuelto mucho más eficientes a lo largo de los años con avances como la desactivación de cilindros, bloques de motor de aluminio, tecnología de inyección directa y turbo.
La tecnología de desactivación del cilindro ha sido clave en el avance del motor moderno de combustión interna. Esta tecnología proporciona una eficiencia de combustible superior a los motores modernos al apagar sistemáticamente el cilindro del motor de un automóvil en momentos en que el vehículo no requiere la máxima potencia.
Los bloques de motor de hierro fundido eran estándares en la industria hasta que la eficiencia se convirtió en la prioridad principal de los fabricantes de vehículos. Ahora, los bloques de motor de aluminio han ganado popularidad debido a sus propiedades de poco peso, lo que resulta en una mejor economía de combustible y facilidad de manejo.
En los motores más nuevos, como los de inyección directa de gasolina (GDI), el combustible se inyecta directamente en la cámara de combustión, lo que mejora la eficiencia del combustible. En motores que no son GDI, el combustible se “premezcla" con el aire antes de llegar al cilindro, lo que da como resultado una menor conversión de energía.
Al igual que los motores GDI, los motores turbo proporcionan una mayor eficiencia, pero por diferentes medios. Los motores turbo fuerzan más aire en los cilindros para quemar combustible a un ritmo más rápido, lo que aumenta la eficiencia.
Mecánico < Eléctrico
Al igual que los relojes, los motores solían ser completamente mecánicos. Debido a los continuos avances en la tecnología, las piezas mecánicas se han ido reemplazando con piezas eléctricas.
En los motores modernos, es común ver bombas controladas electrónicamente, dirección asistida eléctrica y sistemas eléctricos de inyección de combustible. Aunque estas partes son superiores a sus contrapartes mecánicas, tienen su costo. Una de las desventajas de lo eléctrico es la precisión y la comprensión digital que se necesitan para reparar un motor moderno. No es tan fácil como solía ser.
Potencia del motor
A pesar de que los motores han reducido en tamaño, los caballos de fuerza han estado aumentando constantemente. En los años 80 era común que un automóvil de pasajeros con un motor V-6 de 3.8 litros tuviera 144 caballos de fuerza. Hoy en día, un vehículo de pasajeros moderno con un motor V-6 de 3.6 litros genera 252 caballos de fuerza. Como resultado de esta mayor potencia, el arranque y la aceleración también se incrementan.
En resumen, tu motor moderno ayuda a disminuir las emisiones, aumenta el ahorro de combustible y aumenta la potencia, todo lo cual resulta en un vehículo más eficiente. Una cosa que no ha cambiado en los motores más nuevos es el hecho de que igual debe mantener un regimen de mantenimiento constante.
