Las correas serpentinas suelen ser el estándar en cualquier vehículo del último cuarto del siglo pasado. Y son indispensables para todo desde los alternadores a dirección asistida.

En otras palabras, cuando es hora de cambiarla, cámbiala.

Las correas serpentinas durarán unos años, pero dependiendo de quién le preguntes, deberías de considerar revisarla cada 50,000 a 60,000 millas.

Si escuchas un chillido mientras el motor esté en marcha, quizás necesites cambiar tu correa serpentina. Una tormenta de lluvia fuerte puede causar chillidos, pero si hay fugas de fluido, necesitas reemplazarla inmediatamente.

Si la correa se ve muy dañada o si las ranuras de la correa están muy llanas, indican que es necesario hacer un reemplazo. Revisa las nervaduras del lado de la polea también- si faltan partes o hay huecos, es hora de reemplazar la correa.

Si has revisado la correa serpentina y todo se ve bien, está bien seguir manejando. Sólo asegúrate de seguir revisándolo puntualmente.


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