Las baterías de ácido-plomo han sido importantísimas en la provisión de poder para vehículos desde el siglo 19. Son relativamente baratas y proveen una gran cantidad de corriente instantánea. La batería funciona así:

La batería consiste de una par de celdas que tienen placas de plomo principales inmersas en una concentración de ácido sulfúrico y agua. Esta mezcla funciona como un electrolito que conduce electricidad. Cuando se enciende el motor, ocurre una reacción química dentro de las celdas de la batería. 

Después, la energía química de la batería se convierte en energía eléctrica en forma de una corriente grande que activa el motor de arranque . El motor de arranque convierte a la corriente eléctrica en energía mecánica, rotando el motor de combustión para que pueda operar con su propio poder. 

Después de encender el vehículo, la batería provee energía para otros objetos como las ventanas, los limpiaparabrisas, y los motores que operan las ventanas, cierres y radio. 

Cuando arrancas el motor, y mientras operas otras partes del vehículo, estás drenando la energía de la batería. Por eso, mientras siga el motor en marcha, la energía mecánica se vuelve a convertir en energía eléctrica por el alternador. Esta energía eléctrica se dirige de nuevo a la batería, para ser convertida en energía química potencial. 

Recuerda: las baterías de ácido-plomo normales pueden ser peligrosas porque contienen ácido sulfúrico y una batería maltratada por ser incorrectamente cargada o recargada puede causar la formación de gas hidrógeno explosivo. Las baterías de auto modernas son ventiladas para evitar este problema, pero es importante seguir las instrucciones del fabricante para instalar o recargar cualquier batería.