No importa cuánto trabajo y cuidado  le dediques a mantener tu vehículo, siempre habrá una desventaja: aunque sepas lo qué hay debajo del capó, en realidad nunca sabes lo qué habrá en el camino.

Los peligros de la carretera son muchos, y vienen en todas las formas y tamaños. Si eres cauteloso, alerta y seguro, puedes evitar muchos de los problemas que te encuentres. Pero siempre habrá objetos pequeños y afilados que pueden sorprenderte y causar daños a tus neumáticos.

Sin embargo, ese daño no siempre acaba con un neumático por completo. Bajo las circunstancias adecuadas, un parche o un tapón pueden darle nueva vida a su neumático y ponerlo de vuelta en la carretera, ahorrándote tiempo y el costo de uno nuevo.

Aquí hay tres preguntas que debes hacer cuando evalúas si tu neumático necesita ser reparado.

¿Qué tan rápido puedes abordar el problema?

Al igual que muchos problemas de mantenimiento de tu vehículo, el tiempo lo es todo con un neumático desinflado. Y en este caso, debe actuar de inmediato, si es posible. 

Los neumáticos estándar nunca deben manejarse con poco aire, especialmente si están completamente planos. Esto causará rozaduras en las paredes laterales internas y externas del neumático, lo que podría llevar a tener que reemplazar el neumático completamente en lugar de parchar o tapar la fuga.

¿Qué tipo de daño es, y qué tan grande?

Lo siguiente que debes averiguar es si se trata de un corte o un pinchazo.

Si es un corte, necesitará un neumático nuevo a menos que el corte sea de ¼ de pulgada o menos. Esto se debe a que los cortes pueden cortar los cables de acero dentro de la llanta, lo que les da fuerza a las llantas. Parchar un corte de este calibre evitaría una fuga de aire, pero no restablecería la resistencia del neumático.

Sin embargo, si se trata de un pinchazo, puedes tener suerte. Al fin y al cabo, los parches de llantas están diseñados para reparar agujeros. Nuevamente, ¼ de pulgada o menos es el punto ideal para reparaciones. Todo lo que supere ese tamaño de diámetro ya es un pinchazo demasiado grande.

¿Dónde está el daño localizado en el neumático?

Sin embargo, el tamaño no es lo único que importa para reparar un pinchazo. También deberás asegurarte de que el daño esté dentro de un área específica en la superficie de la banda de rodadura del neumático, entre las ranuras exteriores (no más cerca de dos pulgadas de la pared lateral, si tu neumático no tiene ranuras circunferenciales).

Si el pinchazo está en la pared lateral del neumático, necesitarás un reemplazo. La pared lateral del neumático se flexiona a menudo mientras conduce, y  demasiadas flexiones aflojarán el parche. La misma lógica se aplica al borde, que flexiona al máximo cualquier parte del neumático.

Si tu neumático cumple con estos requisitos, felicidades, puedes ahorrarte un viaje al mecánico y unos cuantos dólares. Sin embargo, si está parcheando el neumático, tendrás que desmontar el neumático de la llanta para poder ver el interior del neumático mientras lo reparas. Y acuérdate, siempre debes seguir las instrucciones de tu kit.

 

 

(Nota: Debido a que los neumáticos son los puntos únicos de contacto con la autopista y tener problemas puede causar resultados perjudiciales si no se corrigen de manera pronta y adecuada, recomendamos que un especialista en neumáticos revise el neumático si no estás seguro de la magnitud del daño o la mejor forma de arreglarlo.)

 

 


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